jueves, 28 de junio de 2012

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105 personas después sigo Migrando, en general.

Maravillas latentes, claro que hay. Solo tenga cuidado porque la queja se vuelve como mugre en el ojo, impidiendo que vea lo que tiene que ver. 

El diccionario dice que ver, mirar y observar son sinónimos, pero todos sabemos que la sabiduría romántica popular siempre los ha diferenciado. Yo no se si los términos diferenciales son ver y mirar, observar y mirar, ver y observar... en este caso las letras me dan igual. Pero si se claramente que algo diferente pasa entre mover el ojo descuidadamente frente a un objeto o una situación; y dejar el ojo fijo sobre algo mientras lo pensamos.

Todos movemos el ojo como locos, en especial cuando hemos permanecido en el mismo lugar por mucho tiempo. Migrar con esa costumbre no es productivo, estando en otro país he descubierto que hay que remirar (reobservar, rever) todo, porque resulta que los humanos somos tan parecidos que todos toditos todos podemos "remirar" y no sólo eso: reestructurar. [Modificar la estructura de algo], o destruir.


Migrar y el dinero.
Aqui pasa algo bueno, puedes estudiar al tiempo que trabajar. En mi país no hay esa estructura en la sociedad, no es tan fácil eso, teniendo en cuenta que si llegas a hacerlo sólo podrás acceder a la educación nocturna y no sabemos si tu sueldo diurno sea suficiente para pagarla.
Pero con todo y poder trabajar-estudiar, la cosa de la economía no es tan simple, lo digo para aquellos que siguen viajando a paraísos imaginarios. Cuando se viaja hay que guerrearla, mi hermano me dijo: "lo primero que tienes que hacer al mudarte a otro país, es dejar de convertir todo a pesos colombianos"... y sí, como dirían por acá. Convertir es según el diccionario [Hacer que una persona o cosa llegue a ser algo distinto de lo que es]Aquí y en todo el mundo hay que pensar en la moneda nacional.
Además hay que pensar en -el trabajo- que es al mismo tiempo [Ocupación que ejerce habitualmente una persona a cambio de un salario] y [Dificultad o impedimento]... claro que si, porque cuando el trabajo no apasiona se vuelve impedimento para la plenitud. Aquí he aprendido que hay que trabajar para tener, pero que para tener hay que pensar y ganar en la moneda nacional, y que no sólo tener produce felicidad. El paso entre una definición de trabajo y otra lo da la actitud, aquí he aprendido a disfrutar mientras la guerreamos. 

Con cada día se corre el riesgo de regresar a la ponzoña de la queja pero concienciar el ojo para que este fijo y piense, te ayuda a descubrir...
Un árbol amarillo fue la maravilla latente de estos días. Otoño ya se fue, la mayoría de árboles ahora tienen una cautivante belleza que nunca había visto, yacen flacos escuálidos sin hojas pero igual de imponentes. Y ahí estaba esta maravilla, en medio de la madera pura que adornaba la calle, este era el único frondoso que quedaba, frondoso pero amarillo.
Pisar un tapete de hojas, respirar profundo y levantar la cabeza para recibir la luz del cielo que se filtra entre las hojas.
Maravilla latente encontrar otoño en el entrante invierno, maravilla latente agua para la garganta seca, trabajo para el desempleado, maravilla latente pasión en la vida real que hará realidad la vida que sueñas.












lunes, 4 de junio de 2012

m i g r a r

Migrar es en general.

Emigrar se dice desde donde se sale... -dicho de una persona, de una familia o de un pueblo: Dejar o abandonar su propio país con ánimo de establecerse en otro extranjero. -Ausentarse temporalmente del propio país para hacer en otro determinadas faenas. -Abandonar la residencia habitual dentro del propio país, en busca de mejores medios de vida. -Dicho de algunas especies animales: Cambiar periódicamente de clima o localidad por exigencias de la alimentación o de la reproducción.
Inmigrar se dice desde donde se llega... -dicho del natural de un país: Llegar a otro para establecerse en él, especialmente con idea de formar nuevas colonias o domiciliarse en las ya formadas. -dicho de un animal: Instalarse en un territorio distinto del suyo originario.
Yo estoy literalmente migrando.

¿Por qué? por designio del cielo, el que me sirvió como medio de transporte y, en un sentido más espiritual, el que me empujó a esta decisión (colectiva porque estoy casada). Vine a un país de cuyo nombre no quiero acordarme, lo mantendremos de incógnito porque el mundo insiste en crear fronteras, pero yo que ya pasé una me doy cuenta de que son sólo estorbos políticos. Este país se parece mucho al mío: tiene personas, no tan diversas como otros creen; perros callejeros, no tantos afortunadamente -o desafortunadamente para los que sufrieron el exterminio según dijo una lengua popular-; muchos gatos, para mi felicidad; árboles, sólo que las hojas cambian de color; frutas y verduras, de tamaño descomunal; todos se quejan, ¿si ven que se parece a mi país?... y al suyo cualquiera que sea, seguramente.

Migrar y la queja.
Resulta que un común denominador en la migración es creer siempre que el país que se visitará es mejor que el propio. Esto no pasa realmente porque el país que se visita es mejor que el propio, pasa porque todo el mundo siempre se queja de algo. Resulta que quejarse, dícese de [-Expresión de dolor, pena o sentimiento. -Resentimiento, desazón. -Acusación, reclamación. -Expresar o presentar quejas por un dolor o desgracia], es una costumbre humana, parece que esta arraigado en nuestra naturaleza... de hecho el diccionario no separa en otra definición la acción de quejarse sin motivo, o por costumbre diría yo, sino que el quejarse de vicio esta en la lista de definiciones de la palabra "Quejar".

Que problema tan grande este cuando se llega a otro país y por arte de magia la costumbre, no de comer pasta, sino de quejarse aparece! Parece entonces que el país propio esta mejor que el nuevo destino.Ya veremos que nos desvela esta aventura...


Yo no me asusto, vine porque me trajeron y el que me trajo tiene lugares más altos desde donde ver.


Por ahora sólo esto concluyo: ponzoñoso aguijón humano es la queja, impide ver la maravilla latente.
Aquí de seguro hay varias, ya les contaré!